En Junio del 2020, el Concejo Municipal de Austin aprobó una serie de resoluciones para responder ante asuntos que surgieron durante las protestas por George Floyd en el verano del 2020. Una de estas, Resolución 20200611-095 (“Resolución 95”), describía la posición de la Ciudad de Austin ante varios temas sobre el uso de la fuerza.
A principios del 2021, como resultado de la Resolución 95, APD consideró cambios en sus políticas sobre algunos de estos temas, incluyendo:
- Gas lacrimógeno
- Tecnología de reconocimiento facial
- Dispositivos acústicos de largo alcance
- Equipo de grado militar
- Allanamiento sin aviso
La OPO encontró que los cambios propuestos por ADP en cuatro de estos cinco temas no se alineaba con la Resolución 95.
Redefiniendo la “Resistencia” y Tomando en Cuenta las Alternativas
En Junio del 2020, el Concejo Municipal de Austin adoptó la Resolución 20200611-095 (“Resolución 95”). De acuerdo con la Resolución 95, el Administrador Municipal instruía a la Oficina de Fiscalización de la Policía a que “investigue y emita recomendaciones sobre enmiendas a las Órdenes Generales del Departamento de Policía de Austin (APD) sobre cómo definir mejor lo que constituye la “resistencia”, así como tácticas y herramientas alternativas que pueden ser utilizadas por los oficiales para evitar la necesidad de municiones letales o menos letales, incluida una revisión de las técnicas policiales utilizadas en países que usan patrullas sin armas”.
Las municiones menos letales son proyectiles disparados desde un dispositivo, como una escopeta de calibre 12. Ejemplos de municiones menos letales incluyen bolas de pimienta, bolsas de frijoles y balas de goma. Las municiones menos letales pueden causar lesiones, incapacitación o la muerte.
Las municiones letales son municiones proyectadas desde un arma de fuego tradicional, como una pistola o un rifle. Las balas tradicionales son un ejemplo de municiones letales. Las municiones letales pueden causar lesiones, incapacitación o la muerte.
El 15 de Abril del 2021, la OPO publicó un memorando discutiendo cómo es que se podría redefinir la resistencia, así como tomar en cuenta tácticas y herramientas alternas para evitar la necesidad de municiones letales y menos letales.
Nuestros hallazgos principales fueron que las Órdenes Generales actuales no definen el término “resistencia”, ni brindan ejemplos de conductas que serían consideradas “de resistencia”.